viernes, 15 de junio de 2012

Parte 1

El viento sollozaba graznidos de esperanza, en la penumbra de aquella noche oscuros pájaros sobrevolaban el tejado de el antiguo castillo de mi padre, mientras yo daba a luz a escondidas de todo el mundo, llevaba nueve eternos meses encerrada en aquella habitación, gimiendo, muriendo por dentro, odiando al monstruo que saldría de mi, por hacer de mi juventud un infierno. Nadie me escuchaba, papa no estaba, si mama siguiese viva podría haberme ayudado, pero allí, aquella noche, no había nadie, solo aquellos malditos cuervos que me recordaban una y otra vez lo que me esperaba, el niño del mal decía mi abuela mientras se acercaba a mi con un crucifijo en la mano. Yo no estaba poseída, no iba a acercarme a ella balbuceando palabras en otro idioma, simplemente me había enamorado de el monstruo equivocado y iba a pagar las consecuencias.



No hay comentarios:

Publicar un comentario